Inflamación y rigidez de las articulaciones:
Las temperaturas bajo cero y el tiempo húmedo pueden hacer que nos duelan o se nos agarroten las articulaciones, y lo mismo ocurre con los perros. El frío puede tener un gran impacto en los movimientos de un perro, y este impacto se nota aún más en aquellos con artritis. Un perro con artritis ya tiene las articulaciones infladas, y las bajas temperaturas pueden exacerbar aún más los síntomas.
En invierno, el frío puede endurecer las articulaciones del perro, dificultando y haciendo más doloroso el movimiento. Tu perro puede incluso moverse de forma diferente. Las molestias pueden hacer que camine más despacio y con más cuidado, y también puede cambiar su forma de andar. Los perros que padecen artritis pueden tener un impacto más notable en su movilidad, ya que las articulaciones artrósicas son especialmente sensibles a los cambios de temperatura. Esta rigidez puede ser especialmente pronunciada por la mañana o tras un periodo de inactividad.
Cambios en los movimientos:
La postura de tu perro y su forma de andar pueden cambiar cuando bajan las temperaturas. Los perros mayores pueden cambiar su forma de estar de pie o de moverse para sentirse más cómodos. Esto puede significar desplazar su peso de una articulación dolorosa a una «articulación sana», lo que puede ejercer una presión adicional sobre una pata sana.
Cuando los músculos y las articulaciones de un perro están fríos y rígidos, pueden tener una amplitud de movimiento reducida. En respuesta al frío, los perros pueden contracturarse, haciéndolos menos flexibles y provocando una marcha rígida. Esta tensión muscular suele ser una respuesta protectora al frío, ya que ayuda a evitar la pérdida de calor, pero puede tener un efecto negativo en la movilidad del perro. El resultado puede ser una marcha arrastrada o forzada, con pasos más cortos y movimientos menos fluidos. Otros signos físicos de dolor articular pueden ser movimientos más rígidos y lentos o una disminución general del nivel de actividad.
Los perros en silla de ruedas también pueden sentir el impacto del frío. Al tener menos ganas de salir a pasear o realizar actividades al aire libre, los periodos prolongados de inmovilidad pueden causar atrofia muscular y limitar aún más su movilidad.
Reducción del flujo sanguíneo:
Las temperaturas frías pueden reducir el flujo sanguíneo a las extremidades, incluidas las articulaciones. Esta reducción del flujo sanguíneo puede empeorar la inflamación y las molestias asociadas a la artritis. Cuando hace frío, los vasos sanguíneos (capilares) de las extremidades del perro, incluidas las patas y los pies, tienden a contraerse o encogerse. Esta reacción natural, llamada vasoconstricción, es una forma que tiene el cuerpo de conservar el calor. Sin embargo, también significa que circula menos sangre por estas zonas, lo que puede reducir el calor y la flexibilidad de músculos y articulaciones.
¿Cómo puedes mejorar la movilidad de tu perro cuando hace frío?
Los padres de mascotas con necesidades especiales y de edad avanzada deben prestar mucha atención a cualquier signo de cambio en la movilidad. Mantener sanas las articulaciones de tu perro durante todo el año es una parte importante de su salud general y su calidad de vida. He aquí algunas formas de mantener activo a tu perro durante el invierno
Consulta a tu veterinario:
Si el frío afecta a la capacidad de tu perro para moverse libremente, es importante que consultes a un veterinario. Solo tu veterinario puede ofrecerte consejos personalizados y planes de tratamiento a medida para tu perro, especialmente si tiene problemas de movilidad.
Las necesidades de cada perro son distintas, y las soluciones pueden incluir medicación, modificación de la dieta, ejercicio estructurado como parte de la terapia de rehabilitación, e incluso apoyo articular. Habla siempre con tu veterinario antes de iniciar cualquier tratamiento para tu perro.
Suplementos diarios para las articulaciones:
Para los perros con problemas de movilidad, la salud de las articulaciones es de suma importancia, sobre todo cuando hace frío. La rigidez articular puede agravarse con la bajada de temperatura, por lo que es esencial darles el apoyo adecuado. Un producto de alta calidad de suplemento para las articulaciones está diseñado para apoyar la salud articular de tu perro, aliviar la rigidez articular, apoyar la estructura articular y fomentar la movilidad para ayudar a tu compañero canino a mantenerse activo y cómodo durante los meses de invierno.
Ayuda a la movilidad durante todo el año:
Los perros que muestran signos de un cambio en la movilidad cuando baja la temperatura se beneficiarán con toda probabilidad de un apoyo a la movilidad durante todo el año. Tu perro no tiene por qué esforzarse y las ayudas para la movilidad, como las sillas de ruedas para perros y los arneses elevadores, pueden ayudar a los animales con problemas de movilidad, permitiéndoles mantenerse activos sin cansarse. He aquí algunas formas en que pueden ayudarte:
- Dificultad para ponerse de pie: puede utilizarse una correa de sujeción trasera para apoyar los cuartos traseros de tu perro y ayudarle a levantarse del suelo para ponerse de pie.
- Subir escaleras: un arnés de elevación es una forma estupenda de estabilizar y sostener a tu perro cuando sube o baja escaleras.
- Resbalar en suelos de baldosas o de madera: llevar botas para perros o calcetines de tracción con suela de goma puede ayudar a un perro mayor a agarrarse mejor al suelo, lo que le ayuda a mantener las patas en su sitio cuando está de pie.
- Los perros prefieren una pata y no pueden soportar el peso de forma uniforme: una silla de ruedas para perros permite a las mascotas desplazarse.
¡Y ahí lo tienes! No olvides seguir los consejos para cuidar la salud de tu perro y su movilidad durante estos días fríos. Visita Kibupet para más consejos y productos para mantener a tu mascota feliz y saludable. ¡Juntos podemos hacer que cada paseo sea una aventura, sin importar el clima!
Clara González, periodista especializada en el mundo animal, comparte su pasión y conocimiento en Kibupet.com. Con más de diez años escribiendo sobre el cuidado y bienestar animal, Clara ofrece consejos prácticos y guías útiles para tutores de todo tipo de mascotas. Vive en España con su gato Leo y su perro Max, siempre buscando inspirar a otros a cuidar mejor de sus queridos compañeros.