Los perros son conocidos por su comportamiento excéntrico, y uno de los hábitos más curiosos es su tendencia a comer hierba. Aunque esto pueda parecer extraño o incluso alarmante para algunos dueños de perros, en realidad es más común de lo que crees. Ver a tu perro masticando hierba puede suscitar preocupación por su salud o sus necesidades dietéticas, pero, sorprendentemente, este comportamiento no suele ser motivo de alarma. Los perros comen hierba por muchas razones inesperadas, desde comportamientos instintivos hasta influencias ambientales.
Comportamiento instintivo de búsqueda de comida
Una de las razones fundamentales por las que los perros comen hierba es su comportamiento instintivo de búsqueda de comida. En estado salvaje, los antepasados de los perros, como los lobos y los coyotes, consumían una dieta variada que incluía plantas y vegetación. La hierba y otras materias vegetales solían ingerirse accidentalmente cuando los cánidos salvajes consumían presas o cuando buscaban comida en la naturaleza. Este instinto persiste en los perros domésticos, llevándoles a mordisquear hierba ocasionalmente, aunque no sea una parte esencial de su dieta. Comer hierba puede ser simplemente un reflejo de los instintos ancestrales de tu perro.
Busca fibra para la salud digestiva
La hierba contiene una gran cantidad de fibra, que puede ser beneficiosa para el sistema digestivo del perro. Los perros, como los humanos, necesitan una cantidad equilibrada de fibra para garantizar una digestión fluida y evitar problemas como el estreñimiento. Si la comida habitual de un perro no contiene suficiente fibra, puede recurrir instintivamente a la hierba como fuente natural de fibra. Esto podría explicar por qué los perros a veces buscan y comen hierba, ya que pueden estar intentando autorregular su sistema digestivo consumiendo fibra adicional.
Efecto laxante natural
Además de aportar fibra, la hierba puede ser un laxante natural para los perros. Algunos perros pueden comer hierba cuando sufren molestias digestivas o estreñimiento, ya que la hierba puede estimular el tránsito intestinal. La textura fibrosa de la hierba puede aumentar el volumen de las heces y facilitar su evacuación. Aunque no es una solución garantizada para los problemas digestivos, los perros pueden comer hierba instintivamente para aliviar el malestar gastrointestinal.
Provocar el vómito para calmar el malestar estomacal
Muchos dueños de perros notan que su mascota a veces vomita poco después de comer hierba. Uno de los motivos es que los perros pueden comer hierba para inducir el vómito cuando se encuentran mal o les duele el estómago. La textura áspera de la hierba puede irritar el revestimiento del estómago del perro, provocándole el vómito. Este comportamiento puede ser una forma que tienen los perros de expulsar algo desagradable de su organismo, como comida en mal estado, toxinas u otros irritantes que les hacen sentirse incómodos.
Aburrimiento o ansiedad
Al igual que los humanos, los perros pueden aburrirse o ponerse ansiosos, y a veces estos sentimientos pueden manifestarse en comportamientos inusuales, como comer hierba. Si un perro se queda solo durante mucho tiempo, no hace suficiente ejercicio o no está suficientemente estimulado mentalmente, puede recurrir a comer hierba para ocupar su tiempo o tranquilizarse. Esto es especialmente frecuente en perros muy activos o que necesitan muchos estímulos para mantenerse felices. Proporcionar más tiempo de juego interactivo, juguetes o ejercicio puede reducir este comportamiento en algunos perros.
Deficiencia nutricional
Algunos perros pueden comer hierba debido a una deficiencia nutricional subyacente. Si la dieta de un perro carece de ciertos nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales o enzimas, puede buscar fuentes alternativas de nutrición. Aunque la hierba no es la forma más eficaz de que los perros satisfagan sus necesidades nutricionales, pueden recurrir a ella instintivamente en un intento de compensar lo que les falta en su dieta habitual. Este comportamiento puede ser más frecuente en perros alimentados con alimentos comerciales de mala calidad o dietas caseras desequilibradas.
Pica: un trastorno alimentario compulsivo
La pica es un trastorno que afecta tanto a animales como a humanos, en el que el individuo se siente obligado a comer objetos no comestibles. En los perros, la pica puede manifestarse como un deseo de comer hierba, tierra u otras sustancias no comestibles. Aunque la causa exacta de la pica no se conoce del todo, a veces puede estar relacionada con desequilibrios dietéticos, estrés o problemas de salud subyacentes. Si la costumbre de tu perro de comer hierba parece excesiva o compulsiva, en este caso, podría ser un signo de pica, y deberías consultar a un veterinario para descartar cualquier problema médico o de comportamiento.
Comer por el sabor o la textura
Para algunos perros, comer hierba puede ser simplemente una cuestión de sabor o textura. Los perros exploran el mundo a través de la boca, y la textura única de la hierba puede atraerles del mismo modo que ciertos juguetes para masticar o golosinas. La textura fresca y crujiente de la hierba puede proporcionar estimulación sensorial a un perro, al igual que masticar huesos o palos. En estos casos, comer hierba no es necesariamente signo de un problema de salud o nutricional, sino que puede ser simplemente una experiencia placentera para el perro.
En busca de hidratación
Los perros a veces comen hierba para hidratarse, sobre todo cuando hace calor o después de una actividad física. La hierba contiene humedad, y los perros pueden sentirse atraídos por la sensación de masticar hojas frescas y húmedas. Si tu perro pasa mucho tiempo fuera, al sol o después de un largo paseo, comer hierba puede ser una forma de que complete sus niveles de hidratación. Aunque no debe sustituir al agua, el contenido de agua de la hierba podría explicar por qué algunos perros adoptan este comportamiento después del ejercicio.
Explorar su entorno
Los perros son criaturas curiosas por naturaleza, y comer hierba podría ser parte de su forma de explorar su entorno. Al igual que los cachorros lo mastican todo cuando son pequeños, los perros pueden mordisquear la hierba por curiosidad o como parte de su exploración del entorno. Este comportamiento es especialmente frecuente en cachorros y perros jóvenes que aún están descubriendo el mundo que les rodea. Comer hierba en estos casos suele ser inofensivo y simplemente forma parte del proceso de exploración del perro.
Imitar a otros animales
En los hogares con varios animales o donde los perros observan a otros animales pastando, pueden sentirse inclinados a imitar este comportamiento. Los perros son animales sociales y pueden aprender observando las acciones de otros animales domésticos, como gatos, conejos o incluso otros perros, comiendo hierba. Si un perro ve con frecuencia a otros animales mordisqueando hierba, es probable que lo intente por curiosidad o por el deseo de formar parte de la manada. Este mimetismo no suele ser perjudicial y puede ser una fase temporal para algunos perros.
El sabor de la clorofila
La clorofila, el pigmento verde de las plantas, puede resultar atractiva para algunos perros. Se sabe que la clorofila tiene ciertos beneficios para la salud, como favorecer la cicatrización, mejorar la digestión y actuar como desodorante natural. Algunos perros pueden comer hierba instintivamente para beneficiarse de la clorofila, sobre todo si su dieta carece de verduras frescas. Aunque los alimentos comerciales para perros no suelen contener ingredientes ricos en clorofila, los perros salvajes pueden consumirlos como parte de una dieta natural y equilibrada. Esto puede explicar por qué algunos perros domésticos tienden a buscar la hierba.
Comprender el hábito de comer hierba de tu perro
Hay muchas razones por las que los perros comen hierba, y normalmente no es nada preocupante. Ya sea por instinto, aburrimiento o simple preferencia por el sabor y la textura, la mayoría de los perros mordisquean hierba de vez en cuando sin sufrir efectos nocivos. Sin embargo, si tu perro come hierba con frecuencia y presenta síntomas como vómitos, letargo o cambios en el apetito, lo mejor es que consultes a un veterinario. Esto descartará cualquier problema de salud subyacente y garantizará que tu perro se mantenga sano y feliz.
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Ester Gil, redactora con amplia experiencia en el sector animal sobre todo viajes con mascotas y terapias alternativas para perros y gatos, comparte su amor y conocimiento en Kibupet.com. Ester brinda consejos prácticos y recursos valiosos para quienes desean explorar el mundo junto a sus peludos. Vive en España con sus dos perros, Trufa y Roki, y su gato Gaspar. Amante del senderismo y del mar, Ester considera que cualquier plan es perfecto si incluye a sus queridos compañeros peludos. Su pasión por el bienestar animal y su conexión con la naturaleza la inspiran a ayudar a otros a crear momentos inolvidables con su familia de cuatro patas.