¿Cuánto tiempo puede pasar tu gato sin comer? La respuesta es contundente: un felino puede pasar hasta un máximo de 3 semanas sin comer. Un gato adulto sano puede soportar ese tiempo sin mostrar síntomas de enfermedad por desnutrición. Y es que los gatos son expertos en ocultar sus debilidades. Para ellos, la supervivencia es fundamental e instintiva.
Sin embargo, la capacidad de los gatos para vivir sin comida durante largos períodos puede variar, y el cuerpo del gato puede empezar a fallar tan pronto como haya pasado una semana sin ingerir nada.
Por ejemplo, los gatitos lactantes no pueden aguantar tanto tiempo sin comer. De lo contrario, morirían en un par de días -e incluso en cuestión de horas- así que todo depende de diversos factores.
A continuación, algunos aspectos que afectan la capacidad de los gatos para aguantar sin comer:
- La edad es importante, ya que si son muy jóvenes, no deben pasar más de tres horas solos, y si son muy mayores tampoco, se vuelven más dependientes de sus dueños con el tiempo.
- La comida seca contribuye a la duración del tiempo que pueden pasar sin comer, a diferencia de la húmeda, ya que la devoran al instante y las heces suelen ser más suaves.
- El clima caluroso suele contribuir a una deshidratación más rápida.
- El origen hace que los gatos callejeros puedan pasar más tiempo sin comer que los gatos domésticos, ya que viven en un entorno más hostil.
Lo mismo ocurre con el agua. Al igual que los humanos, los gatos pueden aguantar más días sin comer que sin beber. Solo necesitan un par de días para morir deshidratados.
En solo 48 horas sin beber agua, las consecuencias se vuelven serias. La falta de agua es tan peligrosa que incluso cuando un gato se alimenta, puede enfermarse si no bebe suficientes líquidos.
Si notas que tu gato ha estado sin líquidos más de 24 horas, ¡ofrécele agua!
¿Qué sucede en el cuerpo de un gato que no come?
Como ocurre con cualquier animal, el cuerpo de un gato sufre serias consecuencias si se le priva de comida durante un período prolongado.
Debido a que la dieta del felino es rica en proteínas, lo primero que pierde su cuerpo es grasa y músculo, por lo que la letargia y la baja de peso son las principales consecuencias de la anorexia. Luego, el hígado comenzará a fallar, y aparecerá la insuficiencia hepática.
Si el felino era obeso, puede ocurrir lipidosis hepática por falta de alimento cuando este cambio ha sido brusco. Esta enfermedad se refiere a una acumulación de grasa alrededor del hígado que impide su correcto funcionamiento.
¿Qué hago si mi gato no quiere comer?
Un gato que no come es, sin duda, un gato enfermo. Generalmente, en gatos enfermos, la falta de apetito viene acompañada de vómitos, diarrea, letargia o distensión abdominal.
Si esto ocurre, no dudes en llevarlo al veterinario, ya que es muy probable que tu compañero tenga un problema que un especialista deba tratar.
Por otro lado, los gatos son animales muy sensibles emocionalmente. Un malestar físico generalmente no causa falta de apetito, pero las enfermedades psicológicas les afectan tanto como a cualquier otro ser vivo.
Si tu gato está sano y no tiene ninguna condición física pero no come, piensa si recientemente ha cambiado de hogar, si ha llegado un nuevo miembro a la familia o si ha habido alteraciones en la rutina del hogar.
Ahora, si la anorexia ya ha aparecido, debes actuar. Tu papel será llevarlo al veterinario de inmediato para que lo alimenten a través de un tubo. Puede que requiera hospitalización hasta estabilizarse. Como hemos mencionado antes, el veterinario intentará detectar la causa de la falta de apetito.
Si el problema está en el tracto digestivo, se espera que el gato no quiera comer. Lo mismo ocurre si el problema está relacionado con la boca o los dientes.
Quizás el rechazo se deba a un cambio en la dieta. En resumen, las causas son múltiples, y deberías averiguarlo lo antes posible.
Si el veterinario diagnostica que la anorexia se debe a un factor emocional, deberías implementar cambios en la rutina para adaptarla al felino y así mejorar sus condiciones de vida.
Por otro lado, si la falta de apetito se debe a que después de un cambio en la dieta resulta que el nuevo alimento no le gusta, deberías incorporar pequeñas cantidades del nuevo alimento fresco al antiguo y aumentar gradualmente la cantidad. De este modo, camuflarás el sabor hasta que se habitúe.
¿Cómo alimentar a un gato que no quiere comer?
Dar de comer a un gato que no quiere probar bocado es muy complicado. Tendrás que armarte de paciencia y probar algunos trucos para ayudarle.
Si la falta de apetito se debe a un cambio en la dieta, un truco es ofrecerle platos con muchos sabores intensos. Estos platos desprenden más olor y son más apetecibles.
Si el problema está en el tracto digestivo o dental, deberás cuidar la dieta de tu gato. Comenzar con papillas o patés está bien. En la misma línea, si la dieta tiene que ser líquida, deberás recurrir a una jeringuilla para introducir el alimento directamente en su boca.
Después de la evaluación, el veterinario te dará la solución más efectiva.
Consejos finales
- Presta atención a los cambios en el comportamiento de tu gato.
- Si han pasado más de tres días sin apetito, el gato comenzará a perder masa muscular y peso rápidamente, así que no dejes que pase más tiempo.
- Si le das de comer con una jeringuilla, no olvides hacerlo muy despacio por el lateral de la boca. Así evitarás que lo vomite.
- Mantén una fuente de agua fresca y limpia cerca de tu gato para invitarlo a beber.
- Recuerda que cualquier ayuno debe ser autorizado y supervisado por un veterinario. Estas prácticas pueden ser muy peligrosas si se toman a la ligera.
- Agrega agua a la comida enlatada, así lo hidratas mientras lo alimentas.
- Cambia los cuencos donde pones la comida. Puede que no le guste algo y lo exprese al rechazar la comida.
- Si no le gusta el nuevo menú, pon un poco de comida húmeda en su nariz o pata para animarlo a limpiarse. Así lo aceptarás más rápido al reconocer su sabor.
- Si el gato está convaleciente, ofrécele caldos caseros, así lo hidratarás al mismo tiempo que lo alimentas.
- No añadas sal, azúcar ni ningún otro condimento a las papillas, patés o comida casera, ya que podrías enfermarlo sin darte cuenta.
- Por último, pero no menos importante, mantén una relación cercana con tu veterinario, y si tienes alguna duda, acude a él para recibir consejos.
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Clara González, periodista especializada en el mundo animal, comparte su pasión y conocimiento en Kibupet.com. Con más de diez años escribiendo sobre el cuidado y bienestar animal, Clara ofrece consejos prácticos y guías útiles para tutores de todo tipo de mascotas. Vive en España con su gato Leo y su perro Max, siempre buscando inspirar a otros a cuidar mejor de sus queridos compañeros.